¿Qué es?
La rehabilitación neuropsicológica es un proceso activo que ayuda a los pacientes y sus familias a comprender mejor las alteraciones que presentan, desarrollar estrategias que permitan compensar las alteraciones neuropsicológicas y optimizar las funciones superiores.
¿A quién va dirigido?
Esta visita neuropsicológica está dirigida a personas con alteraciones cognitivas, conductuales y emocionales secundarias a una lesión cerebral:
Cognitivas: Orientación, atención, velocidad de procesamiento de la información, lenguaje, memoria, cálculo o funciones ejecutivas. • Conductuales: Impulsividad, irritabilidad, desinhibición, agresividad, apatía, falta de iniciativa
• Emocionales: Trastorno adaptativo, ansiedad, depresión, labilidad emocional.
Técnicas Utilizadas
Las técnicas y procedimientos utilizados en el tratamiento de rehabilitación neuropsicológica se determinarán en función de los objetivos terapéuticos establecidos:
• Técnicas de restauración, compensación y modificación del entorno para el tratamiento de las alteraciones cognitivas.
• Técnicas de modificación de conducta para mejorar el control conductual.
• Neuropsicoterapia con el objetivo de facilitar el proceso de adaptación, así como el abordaje de aspectos emocionales y de conciencia de déficit.
Tipos de Intervención
Sesiones individualizadas de tratamiento neuropsicológico, de una hora de duración.
• Intervención en el paciente: La intervención individualizada se centra en las alteraciones neuropsicológicas específicas del paciente y su repercusión funcional en su vida cotidiana. Se establecerá un plan terapéutico individualizado con objetivos específicos para mejorar el rendimiento cognitivo, incrementar la conciencia de déficit, comprender las repercusiones funcionales, regular la conducta y adecuarla al entorno, así como facilitar el proceso de adaptación emocional, ajuste de expectativas y establecimiento de nuevos objetivos.
• Intervención en la familia: El tratamiento neuropsicológico incluye a la familia para realizar psicoeducación de las alteraciones que presenta, conocer las consecuencias de las alteraciones neuropsicológicas (cognitivas, conductuales y emocionales), facilitar pautas y estrategias para saber cómo actuar en determinadas situaciones, así como proporcionar apoyo emocional y adaptación a la nueva situación.
La intensidad de los tratamientos (frecuencia de las sesiones) será determinada por cada profesional en función de su criterio clínico, teniendo en cuenta las características del paciente, los objetivos terapéuticos y la evolución del paciente.